El Casco ,

Realizado en conjunto con los internos del módulo 5 de la cárcel Colina II, Casco surge de la observación del tiempo de espera que viven los internos en caso de producirse un terremoto. Según el protocolo, los internos deben mantenerse resguardados en sus piezas hasta que lleguen los Gendarmes, que son los encargados de ir en su búsqueda. Justamente es pensando en ese lapso de tiempo desprotegidos, que se desarrolló este casco, que busca proteger a los internos de Colina II en caso de terremoto y al mismo tiempo funciona como contenedor colgante.

Es un casco resistente y amigable con el medio ambiente, hecho a partir de materiales reciclados y presentes en el penal de Colina II, uno de los más grandes del país, cuya población aproximada supera los 2000 internos.